Calentamiento Global y la Importancia de Tomar Acción
Escrito por: Paola Jimena Flores - Marzo 2021
Las señales del calentamiento global están en todo lado, y son aún más complejas que simplemente el aumento de temperatura. Esto afecta a los sistemas climáticos, no solo en dicho incremento,sino también con heladas extremas. Los efectos del cambio climático no están en espera para un escenario futuro, están ocurriendo ahora, y ocasionando el derretimiento de glaciares, el aumento del nivel de los océanos, cambiando los patrones de precipitaciones, obligando a algunas especies a migrar de su hábitat y trayendo consigo nuevos vectores.
Dentro de la agenda 2030, se tiene establecido la emisión global cero de gases de efecto invernadero (GEI). Sin embargo, las emisiones de estos gases continúan en ascenso, sobre todo el dióxido de carbono (CO2). El planeta se está calentando, de Norte a Sur, la temperatura global promedio se ha incrementado en más de 0.9 °C, se estima el derretimiento de un mínimo de 13.1% de glaciares, lo que a su vez produce el incremento en el nivel de los océanos de 3.2 mm por año. También las precipitaciones han aumentado en diversas regiones, así como las sequías, lo cual acrecienta la posibilidad de incendios forestales, erosión del suelo y puede ocasionar escasez de agua bebible.
Otros efectos que podrían tomar lugar en un futuro, si el calentamiento global continúa son:
- Se espera que el nivel de los mares aumente entre 26 a 82 cm para el final de este siglo.
- Las inundaciones y sequías serán cada vez más comunes.
- Escasez global de agua.
- Emergerán nuevas enfermedades.
- Extinción de especies animales.
La adaptación al cambio climático es esencial, por lo que los países están en la necesidad de desarrollar soluciones de adaptación que permitan tomar acción para ajustarse a los efectos que están sucediendo, y prepararse para los que van a suceder.
La sustentabilidad involucra tomar acción ahora para un futuro donde el medio ambiente y las condiciones de vida estén protegidas y mejoradas. Dentro de estas prácticas sostenibles se encuentran el incremento de la eficiencia energética, el uso de energías renovables, programas de conservación y protección de los recursos hídricos, además de reciclaje y otros.